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Esta ecografía se practica entre las semanas 11 y 14 de gestación.
En esta etapa tan inicial del embarazo, el feto aún no tiene un gran desarrollo de sus órganos pero, sin embargo, sí que puede presentar pequeñas o sutiles alteraciones , denominadas “marcadores ecográficos”, que se pueden detectar mediante una ecografía de alta resolución practicada por un médico experto en detectar estos signos o hallazgos anormales.
Es muy importante comprobar que no exista ninguno de estos marcadores, pues en caso de estar presentes, indicarían un mayor riesgo de que en ese embarazo exista una anomalía cromosómica, o que más adelante aparezcan en el feto ciertas malformaciones como cardiopatías congénitas .
De ahí, la trascendental importancia de que este tipo de ecografía sea realizada en un centro especializado en diagnóstico prenatal, y por un médico experto en medicina fetal habituado a detectar estos sutiles signos ecográficos.
Con frecuencia, se tiende a infravalorar esta ecografía de primer trimestre, debido al escaso desarrollo que aún tiene la anatomía fetal en esta época del embarazo y, en base a esta infravaloración, se tiende a dedicarle poco tiempo y emplear para ella equipos de ultrasonidos ( ecógrafos) de baja resolución, pensando, erróneamente, que la ecografía que merece toda nuestra atención y resursos tecnológicos es la de las 20 semanas.
En nuestro centro, somos muy conscientes de la gran trascendencia de esta ecografía de primer trimestre, en busca de marcadores de anomalías cromosómicas o malformaciones fetales. Por ello, le dedicamos el mismo tiempo y los mismos recursos técnicos que los empleados en la ecografía de las 20 semanas.
Es muy importante realizar esta ecografía en un periodo muy concreto de la gestación: entre la semana 11 y la semana 13 + 6 dias ( casi la semana 14).
El motivo de tener que hacerla en este intervalo concreto se debe a que los datos que tenemos que obtener en esta ecografía luego los debemos trasladar a unas curvas de referencia de valores normales y anormales, para ver si en ese embarazo concreto las medidas están dentro de la normalidad o no. Pues bien, los algoritmos o fórmulas que empleamos hoy en día para establecer si una medida es anormal se basan en curvas de referencia realizadas para ese intervalo ( entre la semana 11 y la semana 13 + 6 días) .
Si ya ha asistido a algún control ecográfico previo, su médico le habrá informado de la edad gestacional en la que se encuentra, así le resultará fácil estimar cúando hacerse esta ecografía de marcadores.
En general, la edad gestacional suele coincidir, aunque no siempre, con las semanas transcurridas desde el primer día de la última menstruación o F.U.R. (Fecha de Última Regla), de forma que con esta fecha de última menstruación ya podemos tener una idea aproximada de la edad gestacional.
Sin embargo, y teniendo en cuenta que, a veces, la mujer puede tener ciclos menstruales irregulares, o bien en la última ovulación existió un adelanto o retraso sobre lo habitual, es mucho más correcto no fiarse de la F.U.R. para calcular la edad gestacional, sino hacer este cálculo en base a las medidas obtenidas por ecografía, que nos dirán, de forma mucho mas exacta, la edad gestacional de ese embarazo.
Por esta razón, resulta altamente recomendable hacer una ecografía, lo antes posible durante el embarazo para “datar” ( calcular la edad gestacional) con precisión ese embarazo y, a partir de ahí, poder establecer el correcto calendario de visitas y controles que se le deben practicar a esa paciente a lo largo de toda la gestación.
Siempre que sea posible, se llevará a cabo por vía transabdominal, osea, colocando el transductor ecográfico sobre la “barriga” de la gestante.
Cuando por determinadas circunstancias, como obesidad materna o mala transmisión de ultrasonidos por la piel de la paciente, no se obtenga una imagen de suficiente calidad por vía transabdominal, nos veremos obligados a realizar esta ecografía por vía transvaginal, que permitirá obtener imágenes de mayor nitidez.
Conviene resaltar que la ecografía transvaginal es indolora para la paciente e innocua para el feto. Es importante insistir en este aspecto ya que existe bastante mala información al respecto y hay quien piensa, erróneamente, que esta ecografía puede suponer algún tipo de riesgo para el embarazo.
¡NO! Al no ser una técnica invasiva, no supone ningún riesgo para el embarazo, ni cuando la realizamos por vía abdominal ( la mayoría de las veces) ni cuando tenemos que llevarla a cabo por vía vaginal.
No requiere ninguna preparación especial y no es necesario el ayuno.
Dos o tres dias antes de venir, conviene que no se ponga crema hidratante en el abdomen, para que no interfiera con la transmisión de ultrasonidos.
Con respecto a la conveniencia o no de venir con la vejiga llena ( “ganas de orinar”), con los equipos que disponemos no es necesario venir con la vejiga urinaria muy llena ( muchas “ganas de orinar”). Así pues, no es necesario que venga con ganas de orinar. Si por el motivo que fuese, necesitáramos que tuviese la vejiga más llena, podrá beber agua en nuestro centro y esperar un rato a llenar de esta forma la vejiga.
SI … y NO! Esta ecografía , por sí misma, es una prueba diagnóstica de alto valor, para detectar, no sólo marcadores o signos de sospecha de anomalías cromosómicas, sino que, además, permite diagnosticar muchas otras malformaciones o problemas en el primer trimestre de la gestación.
Cuando, además de esta ecografía, realizamos un análisis en sangre materna para determinar unas sustancias relacionadas con el S. de Down, entonces es cuando hablamos de screening combinado de primer trimestre para el cálculo de riesgo de Síndorme de Down. Y se llama combinado precisamente porque combina los hallazgos de la ecografía con los de la analítica de sangre.
Para información adicional, le animamos a que visite la página en la que explicamos más ampliamente el screening combinado de primer trimestre y también la página en la que explicamos el Test Prenatal No Invasivo en sangre materna para descartar el S. de Down y otras anomalías cromosómicas.
Conviene insistir en que esta ecografía de marcadores, no tiene porqué realizarse siempre en combinación con la analítica sino que puede llevarse a cabo de forma independiente con alto valor diagnóstico.
Sí. Aunque no se realice el cálculo de riesgo descrito en la página de screening combinado , porque se haya optado, tal como solemos aconsejar, por efectuar el Test Prenatal No Invasivo por su mayor fiabilidad, esto no invalida la gran utilidad de la llamada ecografía de marcadores.
Efectivamente, algunos de estos marcadores o hallazgos ecográficos detectables entre las semanas 11 y 13, no son sólo muy útiles para sospechar enfermedades cromosómicas, sino que además se suelen asociar con otro tipo de enfermedades o malformaciones en el feto, fundamentalmente cardíacas.
Por ello, la llamada “ecografía de marcadores”, sigue teniendo gran utilidad para detectar signos ecográficos que nos indiquen la posibilidad de ciertas enfermedades fetales, además de las anomalías cromosómicas.
Si sólo hablamos del Síndrome de Down, con mucha diferencia, el TPNI es mucho más fiable y eficaz que el screening combinado de primer trimestre, evitando realizar muchas amniocentesis o biopsias coriales innecesarias. Además, o supone ningún riesgo para el embarazo y evita la alarma y ansiedad que genera el screening de primer trimestre.
Sin embargo, cuando hacemos una ecografía de marcadores en primer trimestre, no sólo estamos interesados en detectar el Síndrome de Down sino que además, la ecografía nos permite detectar precozmente algunas malformaciones que no podríamos detectar con la analítica sangínea.
Por ello, debemos considerar ambos métodos ( Ecografia y Analítica en sangre ) como complementarios y no excluyentes, puesto que cada uno tiene sus ventajas que vienen a salvar las limitaciones del otro.